La alcachofera es una planta perenne de hasta 150 cm, que vuelve a brotar de la cepa todos los años y se adapta muy bien a los climas templados.. Tiene forma de rosetón, con hojas profundamente segmentadas, aunque menos divididas que las del cardo, y con pocas o ninguna espina.
De los tallos nacen unas hojas profundamente segmentadas de color verde, más o menos intenso en la parte expuesta al sol, y de aspecto pálido en el envés debido a la presencia de unas pequeñas pilosidades. De lo alto de los tallos y de las ramas laterales aparecen los frutos. Se designa como alcachofa, tanto la parte de la planta entera, como la inflorescencia o cabeza floral, que es la parte comestible.
La parte comestible es una inflorescencia en forma de rosetón, formado por brácteas verdes que parecen escamas unidas al tallo. Las hojas externas son duras y fibrosas, en tanto que las interiores son tiernas y muy sabrosas, formando el “corazón” de la alcachofa.
El tamaño de cada pieza está en función de la variedad, pero en general oscila entre los ocho y los doce centímetros de diámetro y por su peso es variable, entre los cincuenta y los cien gramos.
En la alcachofa se pueden apreciar muchos sabores, entre ellos un interesantísimo toque amargo y un regusto final dulzón, muy característico.
La alcachofa de calidad se caracteriza por ser redonda, compacta, pesada -en proporción al volumen-, de color verde claro y brillante, y con las brácteas externas muy unidas al resto del fruto. Las hojas deben estar verdes y no tener manchas pardas, aunque las de invierno pueden presentar algunas como consecuencia de las heladas, sin que ello afecte para nada a la integridad del fruto.
El tamaño del fruto no es un factor de calidad, aunque es exigible que sea acorde con la variedad de la que procede.
Épocas de producción
Hay dos periodos bien delimitados que corresponden a la producción:
- En otoño y principios del invierno, en zonas templadas, muy sensibles a las heladas. Esta producción se concentra en Levante y, cuando aparecen los primeros ejemplares en el mercado, se cotizan a niveles verdaderamente altos.
- Y otro periodo en primavera, desde marzo hasta junio, ya que las altas temperaturas afectan muy negativamente a la calidad de esta hortaliza, endureciendo sus hojas, que se abren separándose del fruto y adquiriendo un sabor excesivamente amargo.
Variedades de alcachofa
Hay muchas variedades, algunas consideradas autóctonas como la “Morada Mallorquina” y la “Monquelina”, que proporciona un excelente sabor y aroma, que la hacen muy apreciada para preparar “delicatessen” por las industrias conserveras.
Para exportación se cultivan otras variedades, tales como: “Violeta de Provenza” o “Macau” , “Violeta de Palermo” o la “Romana Grande”; algunas francesas como la “Laon” o la “Camus de Bretaña”; algunas innovadoras como la “Talpiot”, que tiene la propiedad de que, a diferencia de las otras variedades, se reproduce muy bien por semillas.
Pero por sus excelentes propiedades gustativas destaca la “Blanca de Tudela”, variedad alargada, de color verde, pequeño tamaño y muy compacta, aspectos que la hacen muy apreciada y preferida por su calidad. Es la única variedad presente en las dos alcachofas con sello de calidad diferenciada: Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Alcachofa de Tudela” y la Denominación de Origen Protegida (DOP) “Alcachofa de Benicarló”.